Con una apretada votación de 215 contra 214, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó al amanecer del jueves el “One Big Beautiful Bill Act”, una iniciativa que entre otras restricciones impone un impuesto del 3.5 % a las remesas.
La aprobación fue celebrada por los republicanos como un triunfo legislativo. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, calificó la jornada como un “nuevo amanecer en Estados Unidos”.
Sin embargo, los demócratas condenaron la legislación. El líder Hakeem Jeffries denunció que se sacrifica el acceso a la salud y la alimentación de millones “para regalar recortes de impuestos a los ricos”
La tasa inicial del impuesto era del 5 por ciento pero fue reducida a 3.5 por ciento tras presiones de legisladores republicanos preocupados por el impacto político en distritos con alta población migrante.
Aun así, organizaciones como la National Immigration Law Center advierten que la medida empujará a las personas a usar canales informales, debilitando la recaudación fiscal.
En 2024, las remesas a México superaron los 64 mil millones de dólares. Aplicar el nuevo impuesto sobre esa cifra implicaría más de 2 mil millones en recaudación anual. El proyecto pasará ahora al Senado, donde se anticipan cambios. Si el gravamen sobrevive, Estados Unidos establecerá un precedente inédito: cobrar a los migrantes por la seguridad fronteriza que los excluye.