Elon Musk y Donald Trump rompen su alianza en plena tormenta política
La relación entre Elon Musk y Donald Trump, que en su momento representó una alianza estratégica durante la administración del expresidente, se fracturó públicamente el pasado 5 de junio, en un episodio que podría tener consecuencias de gran alcance en el panorama político y económico de Estados Unidos.
El punto de quiebre fue la dura crítica de Musk al «One Big Beautiful Bill», el nuevo plan de recorte del gasto federal promovido por Trump. Musk advirtió que el proyecto podría incrementar el déficit nacional en tres billones de dólares y perjudicar a la industria de vehículos eléctricos, afectando directamente a Tesla.
La disputa escaló rápidamente. Musk respaldó en redes sociales una propuesta para destituir a Trump y reemplazarlo por el vicepresidente JD Vance, un movimiento sin precedentes que sacudió a los sectores conservadores.
A esto se sumó una insinuación sin pruebas de que Trump podría estar vinculado al caso Epstein, una acusación que el mandatario calificó de “locura absoluta”. En represalia, Trump amenazó con cancelar todos los contratos federales de SpaceX y Tesla, lo que provocó una caída del 14 por ciento en el valor de las acciones de la automotriz.
La crisis ha dividido al Partido Republicano. Algunos congresistas respaldan firmemente a Trump, mientras otros ven en Musk una figura alternativa para el liderazgo futuro del movimiento conservador.
En medio de la confrontación, Trump acelera su ofensiva para lograr la aprobación del polémico proyecto de ley antes del 4 de julio, mientras Musk asegura que no permitirá que sus compañías sean utilizadas como rehenes políticos.
En el frente económico, la pelea ya muestra efectos visibles. Además del desplome en las acciones de Tesla, aumentó la volatilidad en los mercados tecnológicos y energéticos, en un momento delicado para la recuperación económica. Analistas advierten que la incertidumbre sobre los contratos federales con empresas clave como SpaceX podría afectar la innovación en sectores estratégicos.
La que fue en su momento una alianza entre dos de las figuras más influyentes de Estados Unidos se ha transformado en una confrontación frontal, con consecuencias aún impredecibles. De cara a las próximas elecciones presidenciales, esta ruptura podría reconfigurar las alianzas dentro del Partido Republicano y marcar un nuevo capítulo en la relación entre poder político y poder empresarial en el país.
Elon Musk y Donald Trump rompen su alianza en plena tormenta política