La derrota de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco en el pasado proceso electoral, arrojó a sus primeros sus huerfanitos que a partir de octubre, se quedarán sin trabajo en diversas áreas del ayuntamiento de Puebla.
Todos ellos no quieren quedarse en la orfandad y buscan ser adoptados por los diputados locales electos de Morena, que a partir del 15 de septiembre entrarán en funciones en el Congreso del Estado.
¿Se preguntarán en que baso mi comentario?
La respuesta es sencilla, el pasado viernes los diputados electos de Morena ofrecieron una rueda de prensa para hablar de quien será su nuevo coordinador de bancada.
Una rueda de prensa, que por cierto, se caracterizó por la pésima logística, pues en lugar de tener más representantes de los medios de comunicación, hubo más personal del ayuntamiento de Puebla.
¡Así es! Todos los que se quedarán sin chamba, insisto, buscan refugiarse con los nuevos diputados de Morena.
Por cierto, todo ese personal que provocó fallas en la logística del pasado viernes en el restaurante El Mendrugo, se la pasó comiendo los bocadillos que eran para los medios de comunicación.
A ese nivel la desesperación de los próximos huerfanitos.
Y ya que hablamos de los nuevos diputados electos, estos deben entender una cosa, que si no mejoran su comunicación por los siguientes tres años, su paso por el Congreso de Puebla será gris como el de aquellos que están próximos acabar sus funciones.
¿Y por qué les digo esto?
A este reportero también le platicaron que varios supuestos operadores de medios de comunicación, están vendiendo espejitos a los nuevos legisladores, para afirmarles que sin ellos, no resaltarán en el siguiente Congreso.
Abusados diputados, no se dejen engañar, pues la mayoría de ellos solo escriben en sus manos y no tienen ningún impacto como medios de comunicación.
Hasta aquí mi reporte.
Recuerden escribir a chucholemus58@gmail.com
Si salen de casa que sea con doble cubre bocas porque la tercera ola del COVID-19 está muy fuerte.
LA FRASE:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
Benjamin Franklin
