Los secretos de Puebla aguardan visita de turistas, la zona de San Francisco es un lugar que pueden disfrutar poblanos, así como visitantes nacionales y extranjeros, luego de que el gobernador, Miguel Barbosa Huerta, ordenará su apertura hace algunos meses, en este sitio las personas ingresan para observar la arquitectura, otros para leer y algunos niños para jugar.
Se trata de un espacio ubicado en la zona fundacional de Puebla, en ella se encuentran diferentes espacios como la antigua Fábrica Textilera y los primeros hornos de talavera.
Los visitantes pueden acceder al recinto sin costo y disfrutar de los espacios, este es el patrimonio de los poblanos.
Este y otros recintos de la zona fueron entregados por gobiernos pasados a grupos privados quienes explotaron la riqueza del sitio para que solo unos cuantos pudieran disfrutarlos, sin embargo, hoy la entrada es para todos aquellos que así lo deseen.
La historia
Los secretos de Puebla. En 1531 inicia la historia de Puebla con la llegada de los españoles, se fundó el primer convento de San Francisco en la 14 oriente y en el boulevard 5 de mayo, alrededor de este espacio se ubican Los Lavaderos de Almoloya, El Parque Cirineo y La Plaza de las Trinitarias, que en el pasado fueron ocupados por indígenas para sus labores cotidianas.
Con la llegada del panista, Rafael Moreno Valle Rosas, los espacios históricos de Puebla fueron entregados a la cadena de hoteles Rosewood, los empresarios colocaron rejas y portones para impedir el paso a la gente; por ejemplo, en “Los Lavaderos de Almoloya”, que por muchas décadas fueron ocupados por las poblanas.
Después de varios años, el gobierno de Miguel Barbosa Huerta recuperó 8 mil metros cuadrados, al considerar que es patrimonio de las y los poblanos, se retiraron rejas y portones y de esta forma se puede pasar al Parque Cirineo en el cual se ubica un túnel que conecta a la Plaza de las Trinitarias.
En la zona se encuentran vestigios del ex convento de San Francisco, lugar donde esta semana se hallaron osamentas, al parecer de monjas trinitarias, que de inmediato fueron resguardadas por el INAH.