Sofía Rodríguez
Poco más de mil reclusos de los centros penitenciarios de Puebla denunciaron violencia física y alimentaria como parte de las sanciones propiciada por los custodios, según la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad que el INEGI levantó entre julio de 2020 y 2021.
El informe refiere que de los 8 mil 851 reos, 3 mil 198 recibieron alguna sanción disciplinaria sin que se detallen los motivos.
No obstante sí precisa cuáles fueron las sanciones que recibieron: la mayoría, mil 821, sólo recibieron una llamada de atención y otros mil 095 fueron aislados por al menos dos semanas.
Sin embargo otros 642 acusaron agresiones físicas y 432 sufrieron una disminución de alimentos y agua potable durante su permanencia en los penales. Otros 429 fueron inhabilitados de las actividades laborales que realizan y a 558 se le negaron las actividades de entrenamiento.
A 571 les suspendieron los beneficios alcanzados, a 614 les suspendieron las visitas y a 831 los trasladaron a otra sección del centro penitenciario mientras que otros 632 fueron aislados en celda.
A nivel nacional, las llamadas de atención y aislamiento por más de quince días también fueron las sanciones más recurrentes. La tasa en hombres fue mayor aunque es de considerarse que los hombres representan la mayor población penitenciaria.