Sofía Rodríguez
La presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco rindió su tercero y último informe de gobierno ante el Cabildo Poblano, donde acusó a la oposición de constantes ataques y ofensas hacia su persona sin éxito, pues no lograron doblegarla durante su gestión.
Admitió que su trienio habría sido “más fácil” de haber cedido a chantajes y a la “compra de voluntades» con dinero público; no obstante resistió los embates como la primera alcaldesa de izquierda que hoy, dijo, entregó buenos resultados a los poblanos.
“No permití que dinero público se destinara a comprar voluntades, sino que fuera encaminado a generar bienestar para atender las necesidades de nuestra ciudad. Hoy con la dignidad intacta me presento ante ustedes, para afirmar que sí es posible gobernar con austeridad y cambiar la forma de hacer política”, dijo.
#Metropoli | 🧐 @RiveraVivanco_ destaca la austeridad con la que se condujo su administración y su resistencia a los ataques de fuerzas políticas opositoras a su gobierno. pic.twitter.com/AEHbZK7Y2j
— Sucesos Puebla (@sucesospuebla) October 5, 2021
Como en los últimos meses, la primera regidora del Ayuntamiento de Puebla resaltó que deja un municipio sin deuda pública ya que no sólo se liquidó la heredada por otros gobiernos sino que no hubo contratación de nuevos deuda durante su gestión.
“Sin corrupción se pido pagar una deuda pública que antes tenía a Puebla entre los 45 municipios más endeudados del país. Esa liquidación permitió ahorrar intereses y recuperar garantías por más de 100 millones de pesos», resaltó.
Rivera Vivanco se deslindó que en los últimos tres años no se logrará desprivatizar el agua potable; acusó omisiones de los diputados de Morena de la pasada legislatura pero puntualizó que existen condiciones para recuperar el servicio.
En este sentido señaló que el SOAPAP también necesita de una revisión pues anticipó que funcionarios están sirviendo a los intereses de la concesionaria y han hecho de lado sus obligaciones para revisar el funcionamiento y operaciones de la firma.
La morenista sostuvo que “tres años son un buen principio» para establecer las bases de la transformación en Puebla, en el que se invirtieron más de 2 mil millones de pesos en obra pública y se redujo 20 por ciento la inseguridad.