Sofía Rodríguez
Como Eduardo Rivera enfrentó su primera crisis con la explosión en San Pablo Xochimehuacan, Ignacio Mier Bañuelos también lo hizo como alcalde de Tecamachalco cuando a poco más de un mes de haber llegado al Ayuntamiento, sus policías asesinaron a tres ministeriales por una supuesta confusión.
La balacera se registró la noche del 19 de noviembre, según se observa en videos difundidos por pobladores, donde tres ministeriales de la Fiscalía General del Estado fueron ejecutados.
La mañana del sábado 20 de noviembre, el edil de Morena difundió un mensaje donde deslindaba a la policía municipal de un acto criminal e incluso notificaba de la entrega voluntaria del jefe de la Policía, Alejandro Santizo para el desahogo de las investigaciones.
Con el asesinato de los ministeriales, las aspiraciones políticas del diputado federal Ignacio Mier Velasco también fueron asesinadas ya que su hijo es quien gobierna el municipio y lo ocurrido pasará a raspar a su familia.
Quienes también serían sepultados eran los morenovallistas o lo que quedaba de este grupo del PAN, cuando el 14 de noviembre la ex regidora Augusta Díaz de Rivera levantaba la mano en señal de triunfo porque las votaciones internas la habían favorecido.
Eran alrededor de mil votos más los que le daba el triunfo a la dupla de Augusta y Marcos Castro quienes a su vez, abrían la posibilidad de que Eduardo Rivera comenzara a perfilarse como el próximo candidato del PAN al gobierno.
El último reducto morenovallista estaba perfilando su derrota. Algunos de ellos abandonaron antes el barco como el caso de Jesús Rodríguez, quienes antes del domingo electoral expresaron su apoyo a la fórmula de Augusta y Marcos para dar un vuelco al rumbo del PAN en Puebla.
