¿Qué se sabe del descarrilamiento de tren en Ohio?
A principios de febrero, un tren que transportaba sustancias químicas tóxicas se descarriló en el este de Ohio, lo que provocó un incendio que cubrió de humo el pueblo de East Palestine. Temerosas de que se produjera una gran explosión, las autoridades delimitaron una zona de evacuación y llevaron a cabo una emisión controlada de gases tóxicos para neutralizar la carga en llamas dentro de algunos de los vagones del tren.
Alrededor de las 9 p. m. del 3 de febrero, un tren se descarriló en East Palestine, Ohio, un pueblo de unos 4700 habitantes situado a alrededor de 80 kilómetros al noroeste de Pittsburgh. Unos 50 de los 150 vagones del tren se salieron de las vías en su ruta de Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por su sigla en inglés) sigue investigando la causa del descarrilamiento.
El tren, operado por Norfolk Southern, transportaba productos químicos y materiales combustibles, pero es el cloruro de vinilo, un gas tóxico inflamable, el que más preocupa a los investigadores. El descarrilamiento provocó un gran incendio que envió una densa humareda al cielo y a la ciudad. Se ordenó la evacuación de los residentes a ambos lados de la frontera entre Ohio y Pensilvania, mientras el gobernador de Ohio, Mike DeWine, encendió las alarmas sobre una posible explosión.
Funcionarios locales y federales iniciaron una investigación en la que participaron la NTSB y la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por su sigla en inglés).
Justo después del descarrilamiento, entre 1500 y 2000 residentes de East Palestine recibieron la orden de evacuar la zona. Las escuelas permanecieron cerradas durante toda la semana, al igual que algunas carreteras. Norfolk Southern dijo que había donado 25.000 dólares para ayudar a la Cruz Roja Estadounidense a establecer refugios y hacer frente a la afluencia de personas.
El 6 de febrero, DeWine amplió la orden de evacuación para incluir a cualquier persona en un área de 1,5 por 3 kilómetros alrededor de East Palestine, que abarcan partes de Ohio y Pensilvania.
El 8 de febrero, la oficina del gobernador anunció que se permitía a los residentes regresar a sus hogares después de que las muestras de calidad del aire midieran los contaminantes por debajo de los niveles preocupantes. La planta de tratamiento de agua de East Palestine declaró que no había observado efectos adversos. Norfolk Southern aseguró en un comunicado que sus propios expertos y contratistas estaban analizando el agua de pozos privados, aunque se animó a los propietarios a utilizar agua embotellada.
Norfolk Southern dijo el 14 de febrero que también había proporcionado más de 1,2 millones de dólares en reembolsos y anticipos en efectivo a las familias para ayudar a cubrir los gastos de evacuación de alojamiento, viajes, alimentos, ropa y otros artículos.
No se han registrado heridos ni muertos a causa del descarrilamiento, pero muchos se preguntan hasta qué punto la zona es segura. En las redes sociales y en las noticias, algunos residentes dijeron que peces y ranas estaban muriendo en los arroyos locales. La gente compartió imágenes de animales muertos o dijo que en la ciudad se olían productos químicos. La detención de un periodista durante una rueda de prensa sobre el descarrilamiento suscitó críticas en internet sobre la respuesta de las fuerzas del orden.
Los residentes de la zona se han quejado de dolores de cabeza y malestar desde el descarrilamiento. Una demanda federal presentada por dos residentes de Pensilvania busca obligar a Norfolk Southern a establecer un sistema de vigilancia sanitaria para los residentes de ambos estados, según reportó The Associated Press, y a pagar los cuidados correspondientes a quienes se encuentren en un radio de 50 kilómetros.
Con información de The New York Times
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