Sofía Rodríguez
Sin medir los riesgos que esto representa, poblanos siguen realizando el llamado “picteleo», una práctica que consiste en la recarga de tanques de gas de manera parcial o total directamente de una pipa y en plena vía pública.
En redes sociales se puede observar que grupos de colonos se organizan para la contratación de una pipa que acuda al punto y rellene sus tanques de gas por precio más bajos que los comerciales.
Incluso se les facilita hacer la recarga en kilos que ellos puedan pagar, por ejemplo desde 200 pesos. Sin embargo estas prácticas representan un riesgo pues se hacen en plena vía pública y sin los protocolos de seguridad necesarios.
“Debes saber que la normatividad vigente prohíbe que los autotanques y unidades de reparto realicen esta práctica, ya sea a equipos de carburación de gas LP en vehículos automotores o a tanques portátiles”, refiere el CENAPRED.
Y es que la mínima fuga de gas en contacto con una chispa o flama puede promover desastres como aquellos de los que Puebla ha sido testigo en el último medio año, en San Pablo Xochimehuacan y en la Diagonal Defensores de la República.
El gobierno del estado ha insistido que estas prácticas están prohibidas, pues incluso pueden involucrar la venta de combustible robado, por lo cual la Policía Estatal mantiene un operativo permanente a las pipas.